Siempre cuando me preguntan que es lo que mas extranas de tu pais se vienen a la mente mis padres, hermanos, tios y amigos. Pero en realidad eso recuerdos se enmarcan dentro de los dias vividos en mi ciudad, Guayaquil. Y es que dentro de la resignacion del emigrante se aprende a vivir sin el afecto de los mas allegados. Medios especialmente como la internet nos permite mantener el contacto con los seres queridos a tal punto que es facil seguir y ser participe del diario vivir de los quedados alla. Pero de mi ciudad los recuerdos afectivos no son tan faciles de sentir a travez de estos mismos medios.
En Junio pasado regrese a mi ciudad por segunda ocacion en estos diez anos de autoexilio. Lo llamo asi por regresar solo dos veces en tanto tiempo pareceria raro, pero no lo es. Esta vez me recibia un nuevo aeropuerto que con justa razon tiene el nombre de un gran guayaquileno Jose Joaquin De Olmedo. Su modernidad es notoria y aunque la sala de recepcion de equipaje se quedara corta muy pronto, es digno de una ciudad progresita y digna obra de la administracion de los guayaquilenos. Nada que ver con el que me despidio alla por el ano 2000.
Rapidamente al llegar el olor a la tierra que te recojio al nacer invade los sentidos. Los espacios reducidos de sus lugares y calles te estrechan mucho mas y pronto, en minutos sientes que no te haz ido nunca, que es aqui tu verdadero lugar. Solo queda reconocer los nuevos lugares, las calles que crecieron, los sitios remodelados y sobre todo el cambio en los seres que dejaste. El tiempo implacable no perdona y vez a todos mas viejos como si acaso ellos no se den cuenta que tambien hemos envejecido. Las canas y arrugas no son faciles de disimular. Pero al momento de de la conversacion es el mismo tiempo que nos transportato a esos instantes imborrables.Apenas hay tiempo. Y es que tiempo pareceria que en nuestros paises hay de sobra. No esperar mas y a recorrer los sitios apetecidos de antano. La tienda de la esquina, el lugar de las comidas tipicas, el mirador, caminar junto al rio, caminar por las calles y sentir el calor de la gente, la bulla de la ciudad, el negocio del amigo, todo quieres hacerlo de un solo momento. Y vuelves a sentir como que nunca te hubieras ido. Que los 5, 10 o tantos anos parecen minutos de ausencia. Inconcientemente te reflejas en tu actual mundo y te entran las dudas si es que este mundo que dejaste podria a ser de nuevo tu mundo. Comparas.
El verdadero reencuentro es con la familia. Los lugares los terminas relocalizando, la familia no tiene remplazo. Los abrazos a los tios, primos, sobrinos y de aquellos a quienes no viste nacer son los que te dan por pagado el pasaje . Es lo que realmente te trae de regreso. En el 2004, una visita relampago de 4 dias me llevo a ver una ciudad muy diferente a la que deje. El 2009, 12 dias de calor familiar. Convivir con mis padres, dormir en mi cuarto de adolecente. Comer en mi sitio preferido. El desayuno en la cocina. La cama de mis padres donde recostarse era obligado. Los ruidos de la casa. Los almuerzos con todos en la mesa. El paseo por la Ruta del Sol con la Tia Toya (siempre seras la Tia Toya para mi) el padre Pepe, Mama Chelo y Cesar manejando junto a Nicolas, quien dejo Guayaquil de meses...simplemente inolvidable.Y esta vez algo especial, volver a asistir a un estadio en Quito aver jugar a la seleccion y ganar a Argentina junto a mi padre (la verdad es que volvi a ver un clasico en el monumental pero el Idolo perdio) y luego del juego visitar a Esteban y su hermano , amigos nuevos nacidos de tu nuevo lugar. Esteban nos encontramos en el lugar de origen. Pasar todos los dias con Papa y Mama no tiene precio.Toco irme para ellos. Yo regrese. Y te quedas vacio. Sientes como que si el volumen de la vida llega a cero de manera gradual y tu mundo vuelve a dar vuelta y preguntas el sentido de por que emigraste y no acabas de entender....y regresas. Gracias a todos por su afecto. A mis amigos les adeudo su ternura de que compartir conmigo sus abrazos (Cortez).
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